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Siete siguen siendo los puntos que necesita el Real Madrid para alcanzar a un Barcelona tras la victoria de ayer en Chamartín. El Barcelona sigue en su línea inhumana de arrollar a todo lo que pasa por delante. Mestalla sintió la miel en los labios hasta que a falta de 10 minutos el "Mesias" de siempre apareciera para dar 3 puntos a los blaugranas en una de las canchas que suponía ser de las mayores esperanzas para la afición madridista. Ya solamente quedan Pizjuán, Madrigal y el propio Santiago Bernabéu como comodines; a no ser que a los de Guardiola les suceda la misma flojera que sufrieron en Gijón.

Siete fueron los goles que encajó ayer "Willy" Caballero en campo madrileño. Mucho tendrán que cambiar las cosas si el equipo del jeque y el "acosado" Pellegrini quieren salvar la categoría. Me entristece ver cómo la nefasta actitud de la defensa malagueña sigue sin desaparecer, el espectáculo que ofreció ayer Manolo Gaspar es merecedora de un Oscar. En cuanto a Quincy, empiezo a entender por qué no acaba de asentarse en un equipo, su irregularidad le perjudica año tras año a pesar de tener una enorme calidad.

Nueva reaparición de Karim Benzema que ayer pudo batir por fin a su gran rival hasta ahora, el gol. Nadie está valorando más que el francés.  el fichaje de Adebayor. La inyección de motivación que ha supuesto este reto de competitividad sana entre los dos arietes a supuesto que el galo comience a ser el jugador que todos quieren que sea.

Curiosa ironía que ahora todo el madridismo (80%) quiera la vuelta del "7" viendo su gran adaptación a la Bundesliga en un equipo que no da mucho de sí, pero que sin embargo, ha conseguido el pase a la final de la copa de Alemania tras derrotar al Bayern con un gol de "Rulo". Seamos objetivos, el ciclo de Raúl en el equipo blanco ya ha expirado (como jugador), incluso debió de expirar ya hace bastante tiempo; no tiene sitio en la plantilla de Mou, aunque nadie duda de que su olfato goleador sigue en activo.