Parece que por fín merece la pena tener una Copa del Rey con partidos de ida y vuelta. Soy partidario de los que dicen que la eliminatoria a partido único (como en Inglaterra) acoge un mayor atractivo y espectación porque la clasificación a la siguiente ronda se decide en un todo o nada, pero lo de ayer asegura unos partidos de vuelta bastante interesantes, menos el 8-0 claro.
Ayer se disputaron los últimos partidos del año 2010; hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto con una eliminatoria de una competición tan desprestigiada como está la Copa del Rey. Los equipos salieron al campo con la convicción de poder ganar y no como si se tratara de una pachanga entre amigos, cosa normal en años anteriores.
¿Cosas a destacar?
Pues desde una macrogoleada de los merengues a un indefenso Levante, que no ofreció ni mucho menos la imagen que pudimos ver en Liga cuando lograron sacar un punto contra los blancos en el Estadio Ciudad de Valencia, hasta un sorprendente empate de los culés en el Camp Nou ante los leones . El Atlético cumplió gracias a, una vez más, al tercer "Golden Boy" David De Gea (1-0 en el Calderón). Por su parte, el derbi andaluz entre Sevilla y Málaga terminó con el resultado aparatoso de 5-3 a favor de los de Manzano a pesar de ir siempre con el resultado en contra. Los vecinos, el Betis, en cambio perdieron ante el Getafe (1-2) en un campo en el que se podría haber jugado a waterpolo. El Depor, que tenía el contrincante más asequible del cuadro, no pudo pasar del empate (1-1) depués que el meta Manu cantara bajo la lluvia con un error que da vida al Córdoba para la vuelta. Por último, el Almería se llevó el triufo en campo propio ante el Mallorca tras un partido loco en el que se llegaron a marcar nada menos que 7 goles (4-3).
Por cierto, es una jornada de bajas, Simao deja la liga BBVA con destino a Turquía para acompañar a Schuster y Guti en el Besiktas. También en Italia despiden a Rafa Benítez, mala suerte la que a tenido el entrenador madrileño en la corta etapa que ha vivido en el equipo nerazzurro, pero cuando un presidente y un entrenador se llevan mal...
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