Se acabó lo que se daba, tanto circo montado sobre un espectáculo que finalmente se acabó transformando en eso, en un circo; por un lado, el domador; por el otro, 11 tigres blancos.
La "manita" de los blaugranas sobre merengues deja mucho que analizar; primeramente que el Barcelona fue el único equipo que salió al Camp Nou (o Mou como decían algunos), los blancos parecía que pasaban por alli a verlas esperar. Me llama la atención la falta de actitud por parte de algunos jugadores (por no decir todos). Aquello no era un partido, era un rondo en el que el del medio nunca llegaba a tocar la pelota; el que más pudo tocar el esférico por parte del equipo merengue fue Iker Casillas tanto para salvar a su equipo de una mayor goleada, como para recojer el balón del fondo de las mallas.
Más de uno se merece un mounotazo tras la vergonzosa actuación de la noche del lunes; empezando por "The Special One", que apostó por el once de gala que tantos triunfos le habían dado hasta el momento; un once que, en principio, apostaba por el ataque e intentaba de jugarle al Barcelona, y no un equipo con un juego tan poco vistoso y defensivo, aunque éste último aspecto no es que lo cumplieran a la perfección los de Mourinho. Si además, a ésto se le añade a un revolucionado y perdido Lass Diarra, la segunda parte iba a ser un vacile de los de mal gusto aunque merecido, y claro, hay personas con sangre caliente como Sergio Ramos, que palabras como "paciencia" no caben dentro de su personalidad, expulsado.
Más allá del penalti sobre Cristiano Ronaldo o del riguroso tercer gol (fuera de juego), no hay excusas ni discusión ni debate alguno sobre el asunto. La primera batalla se la ha llevado Guardiola y de qué manera.
En fín, veremos si la derrota del lunes no deja de ser un tropiezo simple o el principio del fín (exagerándolo mucho). Aunque el Real Madrid cuenta con el psicólogo Mourinho para que sus jugadores reaccionen a tal complicada situación, el primer golpe psicológico (bueno o malo), las primeras secuelas las veremos el presente fin de semana contra el siempre difícil equipo ché de Emery.
Diagnóstico:
-Agresor: el fútbol
-Víctima: "Moudrid"
-Agresión: 5 grandes manotazos a todo el equipo blanco con sospecha de que pudieron haber sido más y peligro de consecuencias psicológicas serias.
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